La noche del 14 de abril de 1912 el barco más grande del mundo hasta la fecha se hundía y dejaba más de mil muertos: el Titanic.
Desde que el barco fue hallado en el fondo del mar hasta el día de hoy todos hemos tenido una mínima curiosidad por conocer curiosidades sobre él.
Tal es la curiosidad que en 2009 la empresa Ocean Gate creó la posibilidad de visitar el trasatlántico a más de 3.800 metros de profundidad. En el año 2021 se hizo el primer viaje al fondo marítimo y un año después el segundo. El pasado dieciocho de junio su tercer viaje fue catastrófico, debido a la presión, el sumergible sufrió una implosión y los cinco tripulantes fallecieron.

El ocho de febrero de 2021, Abanca tomó la sartén por el mango sustituyendo al consejo encabezado por Fernando Vidal por Couceiro, Villasuso y compañía. Este cambio brusco en la estructura del club implicaba también una profesionalización del consejo, es decir, cobrarían por ocupar dicho cargo.
Todo este revuelo sucede durante la primera temporada del Deportivo en la antigua Segunda B.

Ese mismo año la entidad bancaria también había decidió sustituir a Fernando Vázquez por Rubén de la Barrera y al concretar la temporada sustituir a este último después de no haber logrado el objetivo de clasificar al equipo a la liguilla por el ascenso y, supuestamente, haber negociado con la UD Las Palmas.

Después de una primera experiencia en la tercera categoría del fútbol español con bastantes turbulencias y crispación en la afición coruñesa por no haber logrado el objetivo, el Deportivo afrontaba su segunda temporada en la categoría de bronce (21/22), bajo el apodo de Primera Federación y con una liga regular de 38 jornadas.
La Segunda B ya no existía y ahora el primer clasificado ascendería directo mientras que, desde el segundo al quinto, disputarían una promoción de ascenso.
El accionista mayoritario, comandado por Escotet y supuestamente dirigido en Coruña por Antonio Couceiro y su consejo, decidiría firmar como entrenador a Borja Jiménez y formar una plantilla con experiencia en la categoría, además de ser la mejor de la categoría.
En esa misma temporada, a pesar de ser campeones de invierno, el grupo no logró tener regularidad y continuidad respecto a los resultados y terminó siendo superado y atropellado por el Racing de Santander.

Por más que el equipo no lograse el primer puesto, en la ciudad herculino se respiraba ilusión y esperanza de cara al Play Off. El Deportivo primero logró derrotar al Linares por cuatro goles en semifinal pero en la final el Albacete remontaría un 1-0 en contra, forzando la prórroga y ganando para dejar a Coruña por tercer año consecutivo lejos del fútbol profesional.

Al año siguiente la entidad le daría continuidad a Borja Jiménez, pero sólo hasta la séptima jornada, cuando fue sustituido por Oscar Cano tras una crisis de juego y resultados.
Cano logró conectar victorias en casa que acercaban al equipo al objetivo pero sus decisiones en contra de la cantera, mal gestión de cambios durante los partidos y actitud en ruedas de prensa dictaron sentencia y, a falta de dos partidos para concluir la liga regular y afrontar la promoción lo mejor posible, llegó, por segunda vez, Rubén de la Barrera.

El resultado todos lo sabemos y el transatlántico llamado Real Club de La Coruña sigue en pleno hundimiento, en medio del mar, sin luz, sin botes salvavidas suficientes, sin entrenador, sin consejo y lo más grave: sin comunicación.